«Estoy convencido de que Estados Unidos no nos traicionará y todo se cumplirá», aseguró el mandatario ucraniano, Vladímir Zelenski, este martes en la rueda de prensa de fin de año transmitida por la Oficina presidencial.
En su opinión, la Armada rusa ya no domina en el mar Negro y Rusia no ha conseguido «ningún éxito en el campo de batalla» en 2023. Por otro lado, reconoció la falta de éxito en la contraofensiva que comenzó en verano pasado, atribuyendo los resultados al «cielo no controlado». «No controlamos el aire, no tenemos suficiente número de los pertinentes armamentos», aseveró el jefe de Estado.
Al responder a una periodista occidental que sugirió que Kiev se encamina hacia la derrota, el presidente ucraniano contestó que se opone a esta idea y recordó que al inicio de los combates en 2022 la situación para Ucrania «era considerablemente peor que la de ahora». Sin embargo, admitió que Rusia «todavía tiene más armas».
Zelenski incluso considera que el posible cese del apoyo a Ucrania por parte de Occidente no llevaría al país a la derrota. «Estuvimos en un bloqueo completo», dijo en referencia al tiempo previo a la operación militar especial de Rusia, asegurando que no sabe quién ayudó más a Kiev, si los socios o Dios.
El líder ucraniano rechazó asimismo la propuesta de disolver la Rada Suprema (el Parlamento unicameral de su país) debido a la «vida libertina de los diputados». En este sentido, aseguró que no puede hacerlo porque no se podría llevar a cabo nuevas elecciones mientras dure la ley marcial.
Los militares propusieron «movilizar adicionalmente de 450.000 a 500.000 personas», reveló Zelenski ante los periodistas. Según las estimaciones que compartió, esta movilización costaría cerca de 13.400 millones de dólares y aún no está claro de dónde se podrían obtener los fondos.