A medida que se acerca el 4 de febrero, fecha de las elecciones presidenciales y legislativas en El Salvador, el país se prepara para un proceso electoral crucial. Nayib Bukele, actual presidente y candidato por el partido Nuevas Ideas (NI), se perfila como favorito según encuestas, buscando una reelección que contradice la Constitución salvadoreña.
Más de 5.5 millones de ciudadanos están convocados a participar, aunque diversos analistas anticipan un alto porcentaje de abstención. Bukele, de 42 años y con gran popularidad, sería el primer presidente en la historia democrática salvadoreña en buscar la reelección inmediata, desafiando las restricciones constitucionales.
La posibilidad de la reelección de Bukele se abrió en 2021 cuando la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, señalada de lealtad al Ejecutivo, modificó la interpretación de la Constitución, eliminando la prohibición de la reelección inmediata para un gobernante que haya estado en el poder por 10 años.
Según encuestas de 2023, Bukele podría ganar en primera vuelta, y su partido, NI, podría obtener la mayoría en el Parlamento. Las elecciones se llevarán a cabo bajo un régimen de seguridad implementado para combatir pandillas, siendo la principal medida de seguridad del Gobierno contra las maras.
Mientras tanto, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) se prepara para las elecciones, capacitando a ciudadanos que integrarán las Juntas Receptoras de Votos (JRV). La impresión de papeletas comenzó en diciembre, y el voto remoto electrónico se habilitará el 6 de enero para los salvadoreños en el extranjero.
La elección del 4 de febrero será la séptima desde los Acuerdos de Paz en 1992, marcando el fin de la guerra civil en El Salvador.
