Joaquín Guzmán López, hijo del conocido narcotraficante Joaquín “Chapo” Guzmán, ha afirmado ser inocente de los cargos de narcotráfico durante su primera comparecencia en un tribunal de Chicago. Su arresto, que ocurrió hace cinco días, marcó un momento crucial en la lucha contra el narcotráfico.
En una operación impresionante, Guzmán López fue detenido junto a un antiguo socio de su padre y entregado a las autoridades estadounidenses. Esta fue su primera aparición en un tribunal de Estados Unidos desde su arresto la semana pasada.
En 2023, Joaquín y tres de sus hermanos, conocidos como los “Chapitos”, fueron acusados en Estados Unidos de narcotráfico y lavado de dinero. Estas acusaciones están vinculadas a su liderazgo en el Cártel de Sinaloa tras la extradición de su padre en 2017. El «Chapo» está cumpliendo una sentencia de cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado desde 2019.
El martes, Guzmán López, de unos 30 años, se presentó ante un tribunal federal en Chicago. Su captura ocurrió cerca de El Paso, Texas, donde también fue detenido Ismael “Mayo” Zambada, un socio del cártel de Sinaloa.
Funcionarios estadounidenses afirmaron que Guzmán López engañó a Zambada para que subiera a un avión bajo el pretexto de explorar propiedades inmobiliarias en el norte de México. Sin embargo, el avión los llevó a Estados Unidos, donde Guzmán López tenía planeado entregarse. Zambada, por su parte, se declaró inocente de cargos de narcotráfico la semana pasada en un tribunal de El Paso.
El abogado de Zambada, Frank Pérez, sostuvo que su cliente fue llevado a Estados Unidos contra su voluntad. Mientras tanto, Jeffrey Lichtman, abogado de Guzmán López, se negó a comentar sobre las acusaciones de secuestro.
México ha iniciado una investigación sobre los eventos que llevaron a estas detenciones. Además, uno de los hermanos de Guzmán López, Ovidio Guzmán, también se declaró inocente de cargos de narcotráfico en Estados Unidos tras su extradición el año pasado. Los otros dos hermanos, Iván y Alfredo Guzmán Salazar, aún están en libertad.
Las autoridades estadounidenses sostienen que los “Chapitos” revitalizaron el imperio del narcotráfico de su padre al centrarse en el fentanilo, un opioide que ha agravado la crisis de adicción en Estados Unidos.